Decenas de masones acudieron el viernes a una estación policial en La Habana, donde el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 en Cuba, José Ramón Viñas Alonso, fue nuevamente citado, reportó Cubanet.
El medio independiente, que ha seguido de cerca la más reciente cruzada de la Seguridad del Estado contra los miembros de esta fraternidad, divulgó imágenes de los masones congregados en los alrededores de la unidad de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) de Acosta y Diez de Octubre.
“Crece represión contra los masones. En este momento, está siendo interrogado el Soberano José Ramón Viñas Alonso por la policía política construyéndole expediente para quitarlo del cargo, en venganza por la carta del 11J de 2021, en contra de la ‘orden de combate’ contra el pueblo”, denunció el escritor Ángel Santiesteban-Prats en Facebook.
Viñas Alonso ha sido objeto de represalias por su postura en defensa de los manifestantes de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. El líder de la masonería increpó al gobernante Miguel Díaz-Canel por la represión desatada contra las personas que salieron a las calles a exigir un cambio de sistema.
A raíz de esta última citación, los masones hicieron un llamado a unirse en apoyo "a quien ha sido un firme defensor de los derechos humanos y la dignidad del pueblo".
Santiesteban dijo que estaba "sitiado por patrullas y represores para que no acuda al llamado de apoyo a los masones en la estación policial".
El escritor dijo que la Seguridad del Estado activó un "puesto de mando muy cerca del lugar” y pidió solidaridad internacional "contra el asesinato descarado que se está cometiendo con la masonería en Cuba”.
Una fuente dentro de la fraternidad dijo a CubaNet que la nueva citación de Viñas Alonso era para prestar declaración junto a su abogado.
El masón Sergio Rafael Vidal explicó que el nuevo caso contra Viñas Alonso surge a partir de "unas inspecciones sorpresa en el Asilo Nacional Masónico Llansó, sin detectar ni faltantes, ni desvíos, ni apropiación indebida o robo, se agarran de algo que fue una decisión colegiada y con el fin más altruista posible, un alegado cambio de dólares, 100, además en un marco cerrado, casi un trueque de supervivencia".
Viñas Alonso, quien ha sido el Soberano Gran Comendador de Cuba desde 2015, escribió en sus redes: "Se pretende vincularme con un acuerdo no personal, sino que ha tomado por unanimidad el Patronato y ante la necesidad de varios gastos en moneda nacional en el asilo y no contar con esta moneda, se procedió como acuerdo el cambio en dos ocasiones en este año (realizándose este cambio entre los hermanos del patronato), donde se ha cambiado $100 usd por moneda nacional, diciéndonos que el tráfico de divisa es porque no se ha cambiado en el banco a 120 y sí a 370 en el mercado negro, haciéndonos saber que es un delito sancionado de 2 a 5 años de privación de libertad, se determina instrucciones de cargos y además tomando medidas cautelares como restricción de movimiento (casa-trabajo solamente) y regulado sin salir del país, entre otros".
El pasado domingo 6 de julio, en la Gran Logia de Cuba, en La Habana, varios masones protestaron contra una sesión de la Alta Cámara que calificaron de ilegítima.
En entrevista con Martí Noticias la periodista Camila Acosta, autora del libro "Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana", explicó entonces que "lo que está pasando en la Gran Logia de Cuba es la muestra de la indignación a la que han llegado los masones por toda la injerencia e intervención de la Seguridad del Estado".
"Esta ha sido ya la explosión, de decir ya basta, no queremos que se sigan metiendo en nuestros asuntos internos. La Gran Logia es de todos los masones cubanos y no de un grupo al servicio de la Seguridad del Estado", comentó la periodista.
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